Eclipsado por el glamour del nuevo rover Curiosity, el Opportunity continua discretamente sus investigaciones en Marte, a escasos días del décimo aniversario de su aterrizaje. ¡10 años de servicio! Algo increible que ni los más optimistas alcanzaba a imaginar.
Las imágenes siguen enviándose a la Tierra, y ocasionalmente, como en este caso, dejan a los científicos de la misión rascándose la cabeza.
Se encuentra en la actualidad en el borde del cráter Endeavour, finalizando unas pruebas sobre el terreno antes de colocarse en su posición de invierno, con la inclinación necesaria para generar suficiente energía eléctrica para mantener sus sistemas básicos operativos.
El pasado 8 de Junio, mientras que se preparaba para utilizar el brazo robótico, los ingenieros del Opportunity se sorprendieron porque en una fotografía aparecía una roca, que unos días atrás no estaba allí.
¿Cómo fue a parar esa roca con forma de cenicero a esa ubicación?
Los científicos manejan dos hipótesis, que haya sido expulsada en el choque de un meteorito en las proximidades, o que una de las ruedas del propio rover la haya enviado allí mientras maniobraba. Ambas son posibles, pero en el caso de ser por la primera, sería de esperar que hubiese más restos en los alrededores.
Las fotos originales en el repositorio de la misión son estas: SOL3528, SOL3540.
Si no fijamos en la primera de ellas, vemos que la zona se encuentra en el lateral del rover, por lo que sería perfectamente razonable pensar que una rueda “pellizcó” la roca propulsándola un metro hacia afuera.
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